Los colegios han de ser sobre todo escuelas de convivencia. En nuestro centro lo tenemos claro, y por ello, es una prioridad para todos los miembros del colegio Santa María de la Providencia. Si aspiramos a ofrecer una educación integral de calidad, no debemos dejar pasar por alto la oportunidad de propiciar un clima de convivencia y compañerismo en nuestro modelo educativo. Es por ello que de nuevo, y por quinto año consecutivo, se celebra la semana de la convivencia para sensibilizar a todos los miembros de la comunidad educativa de que hay que tomársela muy en serio: prevenir, involucrar, colaborar y solucionar aquello que pueda dificultar o impedir el buen desarrollo de la vida escolar.
Con este fin, y bajo el lema “Conectamos”, la semana del 14 al 18 de octubre hemos visibilizado esas acciones educativas que fomentan la sensibilización, para que así, nadie se pueda quedar al margen de su responsabilidad como defensor de las relaciones sanas entre los alumnos, profesores y familias que integramos La Provi.
El lunes empezó todo con las actividades motivadoras y reflexiones iniciales que se hacen en todas las aulas al comienzo de cada jornada. Luego se unieron todos los cursos en el patio, junto con los padres y madres que pudieron estar, para leer el precioso Manifiesto por la convivencia de este año, en el que se recalca cómo podemos conectar unos con otros, desde el respeto y la valoración a los demás, para que nadie se sienta excluido, sino miembro de esta comunidad educativa.
Ese mismo día, la Escuela de Padres del colegio celebró un taller en el que se nos invitó a reflexionar sobre el papel del autoconocimiento en la convivencia, y a ser más conscientes de las relaciones que mantenemos con los demás, y cómo estas pueden mejorar si cada uno de nosotros está dispuesto a mejorarlas.
El resto de la semana, en las asambleas del comienzo de la mañana, se han trabajado esas píldoras formativas en todas las clases, desde infantil a secundaria. El miércoles se eligió a los alumnos ayudantes y mediadores que realizarán las funciones de prevención y solución de cualquier conflicto que pueda perturbar la convivencia durante este curso. Para terminar, el viernes pusimos en el patio una cuerda con las tarjetas que habían realizado todos los alumnos indicando cuándo y con quién conectan ellos.
Solo nos ha quedado pendiente poder celebrar juntos el sábado la jornada familiar “Aquí pintamos todos”, donde padres, profesores y alumnos nos dedicamos con ilusión a redecorar los espacios en los que vamos a convivir; porque también la estética favorece y dispone a ese buen clima de compañerismo y cordialidad. Queda pendiente, pues, para cuando el buen tiempo, y sobre todo la humedad, permita que conectemos a través de la pintura y lo que haga falta.
La buena convivencia se nota, salta a la vista, y se disfruta en nuestro día a día.