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Lema del Curso

CONECTA…

FUNDAMENTACIÓN

“La crisis actual no es sólo económica y financiera, sino que tiene sus raíces en una crisis ética y antropológica”, y también ecológica.
Nos encontramos ante una crisis global que reclama modos de vida alternativos y soluciones que se responden con redes comunitarias. En palabras del papa Francisco “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental […].
El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver. con la degradación humana y social”.
No podemos ignorar que el mundo todo está íntimamente conectado, y que se necesita encontrar, a partir de una sana antropología, otros modos de entender la economía, la política, y antropológica”‘, y también ecológica.

Nos encontramos ante una crisis global que reclama modos de vida alternativos y soluciones que se responden con redes comunitarias. En palabras del papa Francisco “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social”

No podemos ignorar que el mundo todo está íntimamente conectado, y que se necesita encontrar, a partir de una sana antropología, otros modos de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso; estrechar lazos de unidad, de proyectos comunes y de esperanzas compartidas; pensar en objetivos comunes para conformar proyectos comunes?.

Todos estamos invitados a soñar y construir un mundo mejor y más sostenible, una red social que trabaja con y para los demás, a caminar juntos como hermanos , a dar valor a la persona humana, a cuidar de la Tierra que nos cobija, y a unirnos en búsquedas comunes, donde todos ganan . El papa Francisco, así lo sueña: “Anhelo que en esta época que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad. Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos”

Francisco subraya con fuerza la urgencia de construir una “aldea de la educación” (PEG), un gran pacto educativo global para redefinir la educación de hoy y de mañana, para que responda a las necesidades y desafíos de las nuevas generaciones, de las personas y la sociedad, para que realmente transforme vidas y contextos, generando un mundo más humano, fraterno, solidario y sostenible , en donde todos podamos comprometernos para crear una red de relaciones más humanas y abiertas. Una comunidad social y educativa de calidez y calidad que tenga el coraje de poner a la persona en el centro (especialmente, a la más necesitada), de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad, y de formar personas dispuestas a ponerse al servicio de la comunidad, comprometidos con el entorno en el que viven, siendo así, escuelas transformadas y transformadoras.

Una educación que pueda construir una sociedad más acogedora y atenta al cuidado de los demás y de la creación, porque “la educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza” . Una educación que se compromete con el cuidado de la interioridad y de la espiritualidad como elemento constitutivo de la identidad de la persona, dedicando tiempo y espacio al desarrollo de las grandes cuestiones y de los grandes deseos que habitan en el corazón de las nuevas generaciones que, desde una relación serena con ellos mismos, puedan conducirlos a la búsqueda de lo trascendente y a la compasión samaritana, porque no “hay nada verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón”

Una educación desde una espiritualidad cristiana que propone un modo alternativo de entender la calidad de vida y alienta un estilo de vida profético y contemplativo “. Una educación que “posibilita tiempos y espacios para cultivar la espiritualidad, la reflexión personal, el diálogo, la oración y el discernimiento”, Jesús de Nazaret, nuestro Maestro y Señor, nos enseñó el camino de la mirada compasiva, de la entrega sin reservas, de la justicia, la bondad y la verdad, del amor que genera vida, del compromiso hasta la muerte por el Reino de Dios. Con El y desde Él hacemos nuestra su pasión por el Reino. Nos comprometemos a ser los educadores del presente y del futuro, enseñando a las nuevas generaciones, a conocer y a practicar la buena noticia del Evangelio siempre viva y eficaz, para ser una escuela significativa, transformadora y portadora de sentido allí donde esté.

 

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la obedecen.
(Lucas 11:28)

PÓSTER 2024-25